Polenta de la abuela Dorita

Si te dijera hoy que cosa me pesa
sería cercano a la inmensidad
que hay entre el patio de mi casa
y los muros de la catedral

Si pusiera mi nombre en algún lado
me pegaría una cinta
me prendería una pinza
sería seguro para alguien más

Si me acostara a dormir la siesta
el océano se apilaría
se arremolinaría
me arremolinaría

y pediría

que me convierta en rio
que deje viajar por mi las gotas

que me anime a desbordarme
ser el Akhet
que mi tierra necesita

Pero
el océano no habla

Y yo sigo despierta pensando
en las posibilidades
y en lo extraño de dormir

La sartén negra, mi abuela
una cocoa con grumos
y la polenta al desayuno

¿Es que tengo frito el cerebro
o es que es esto el insomnio?

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