Dedicación

Cada semana me pregunto por qué no escribí antes, por qué no hice las cosas que dije que iba a hacer antes. Miro The Bear, every second count. Me siento profundamente inspirada por lo que veo, por lo que percibo, por las cosas que me rodean. Me siento profundamente inspirada incluso de este pedo oloroso que salió de mi ano. Este olor cuenta lo que comí sin tener ganas de comer. La comida, la cocina siendo lugar creativo, refugio y exploración. La cocina siendo creación obligatoria de vitalidad inconsciente. Pienso en mi madre, que no puede evitar decirme: sos buena negrita, te tendrías que dedicar a esto, cuando cocino algo que la deslumbra y lo he pensado.

Cuantas veces me habré preguntado si me tengo que dedicar a cosas y pienso en el tiempo. Me pregunto qué significa dedicar: 

1. tr. Destinar algo a un fin determinado. 

2. tr. Ofrecer a alguien algo, especialmente una obra literaria o artística, como obsequio o muestra de agradecimiento. 

3. tr. Consagrar algo al culto religioso o destinarlo a rendir homenaje a alguien o algo.

4. prnl. Tener alguien una determinada actividad como ocupación o profesión. 

La magia del lenguaje que hace que una palabra sea descrita por cuatro conceptos y que connote una calidad a la vez. Calentito, dedicar es calentito. También pienso en cuidado y empatía. Degh, odio la palabra empatía. Ciertamente dedicar tampoco connota empatía, connota cuidado y conciencia, algo así, como conciencia de un otre, de un fin.

Te dedico este tema. Me dedico a pintar. Nos dedicamos este momento de silencio. Dedico mi tiempo a convertirme en mejor persona. Se dedica a la docencia. Dedico este libro a mi mamá. Trabaja con dedicación. Dedico un tornillo para este mueble (dudo que alguien haya usado alguna vez esta frase pero es que me faltan tornillos, más bien clavitos, para la parte de atrás del mueble. Y hay otro mueble al que le faltan patas hace 3 años y nunca nadie hizo nada. Bah, Sofi compró unas patas preciosas, pero nunca las pusimos. ¿Debería dedicarme a ponerle las patas antes del viaje? quizás)

Las mil y una formas de la dedicación y yo acá. Los celos que una vez tuve de quienes son más goal-driven que yo dejaron de corroer mis planes y se convirtieron en admiración, en faro del deseo presente. No me siento culpable por desear lo que no tengo, lo celebro al darme cuenta de que envidiar y celar simplemente marcan, después de toda la bruma de la linealidad, una meta bastante clara. Hay que dedicarse a aspirar la niebla y luego dedicarse a hacerse cargo de esa meta. Sin miedo. Sin prisa pero sin pausa. No quiero que dedicarse se convierta en aliada de la productividad contemporánea capitalista. Quiero que dedicarse siga siendo calentita, un deseo. Dedicarse por placer de estar más cerca del sol del pecho. Dedicarse sin resultados económicos claros. Dedicarse porque felicidad, siempre felicidad.

Me gustaría dedicarme a escribir un libro algún día. No se de qué aún, pero por lo pronto escribo todo lo que mi cuerpo desea. Sin prisa pero sin pausa. Quién te dice que en unos años no estés viendo mi libro en una librería de Tristan Narvaja, quién te dice.

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