Vivir las cosas como si fuera la primera vez
Se cayó la cortina de nieve que se había formado fuera de la ventana de mi cuarto y me dio pena: yo quería verla caer: sentir el ruido que hizo al deslizarse por el techo para golpear el suelo, saber si cayó toda de una o si se fue derritiendo poco a poco. Todo fue esta mañana y yo no estuve para verlo. Me despertaron las horas de sueño completas, y por más que lo intenté, no pude volver a dormir. Boca seca de dormir al lado de un calefactor que tuve que prender a la mitad de la noche porque hacía frío. Y ahora la nariz y los codos por fuera de las cobijas. Pero la mayor parte de las veces son los pies y eso sí que es difícil de gestionar.
Ahora el sol me da en el pecho y en la mejilla izquierda, esa en la que tengo un lunar coronando un pómulo. Me giro un poco para que me tome toda la cara y esbozo una sonrisa. Estas son las cosas. Los pequeños bloques de nieve siguen cayendo mientras lo demás hace lluvia gotera que se derrite al sol. El corazón me palpita y entiendo que quiera salirse, entiendo que quiera cabalgar.
Las flechas se van hacia los lados y las cartas me hablan de polos mezclados y de ver los lugares y situaciones por primera vez. De vivir por primera vez. ¿Cómo sería escribir por primera vez en este blog? ¿Qué eran las cosas que quería decir? Las primeras veces están llenas de maravilla, de nerviosismo y de miedo. Las primeras veces son más comprensivas y habilitadoras. La gente grita llamándose y pienso, si fuera la primera vez lo abrazaría como un detalle divertido, pero no. No es la primera vez y ahora no lo puedo pensar así. Es una virtud ver las cosas con los ojos del descubrimiento y la compasión, cuanto más es lograr incluso mantenerse en ese estado. Pero al mismo tiempo, es importante vivir los procesos y entender que cuando las veces son repetitivas y llevan a la desconexión con la capacidad de escuchar las necesidades de les otres, entonces de qué vale. Ahogarnos en el mar de la fantasía primaria no nos sirve, no me sirve.
Porque necesito construir en capas.
Porque ahora estoy más dispuesta a ir pasito a pasito.
Porque creo que en algunas cosas crecí.
y aunque a veces escucho los sh, pienso que no es para mi. Y aunque a veces intento ser tolerante, no me sale. Porque me necesito con los cimientos bien puestos, las siestas bien dormidas y la voz escuchada. Porque de nada sirve si no me comprendo en capas. Hace unos años habían muchos yos, hoy entendí que soy una sola, que a veces una cosa me parece sumamente normal, pero en dos horas ya me queda extraña. Estas son mis capas superpuestas y de costadito, como una montañita de panqueques cuando los vas apilando en el plato uno a uno.
Comentarios
Publicar un comentario