¿Volvemos?
Dije que iba a escribir antes esta semana, me encanta tener el tiempo de revisitar lo escrito y reescribir si es necesario, estar segura de lo que mando al mundo. Pero no. Esta semana no. Es domingo, es la mañana del domingo 23 de febrero y no tengo ninguna base a la cual revisitar. Cualquiera se podría preguntar el por qué de sentir que tengo que escribir para este blog. Pero me centra, me encuentra, me divierte leerme unos meses atrás en algo que de alguna forma u otra lancé al mundo. Qué interesante esto de lanzar al mundo. Escribamos sobre eso:
Cuando empecé a tener este blog como rutina semanal, me encendía el hecho de que había algo mío publicado en internet de lo cual nadie sabía. Era como un pequeño secreto conmigo misma, una forma de navegar la picardía en el misterio y el secreto. Me encendía y por esa misma razón lo mantuve así, nutrido por el simple hecho de querer jugar. Hasta el día de hoy es eso. Hay veces que no me gusta lo que escribo, hay veces que Doris (mi censora) viene y me dice que lo que hago no es interesante o suficiente. Pero la paro en seco, porque se el por qué lo hago.
Ahora, que empecé a compartirlo, tenía el miedo de que se me fuera la magia, de que eso que me encendía se encontrara con la presión capitalista de si vas a hacerlo algo tiene que ser para ganar plata, único, original y perfecto. Nada bueno puede salir de ahí. A ver, aguante la plata y la originalidad (aunque bien sabemos que es un mito), pero ya hace tiempo que no quiero que esto influya en mis formas de compartir con el mundo, de crear.
Por eso creé Desenredar, aún sabiendo que habían mil cursos por ahí de creatividad y desarrollo creativo. Lo creé porque sentí que tenía mucho para compartir, que el acompañar a les demás en el proceso de vivir una vida creativa me encendía y quería seguir investigando en eso. Quiero seguir profundizando en eso. Ahora parece como una autopromoción, pero lejos de serlo, les cuento que voy a largar las inscripciones para Desenredar esta semana y eso me llena de energía, me pone feliz y qué más lindo que compartir la felicidad, nocierto? Volver a lo que a una la hace vibrar, retornar como la persona que soy ahora. Encontrar los nuevos mundos, los nuevos motivos que viajan teñidos de los viejos, así habitar el mundo desde una percepción creativa y creadora de nosotres mismes.
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