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Tartas de duraznos

En tu tarta de duraznos encuentro escondidos los duelos, tus posibilidades y el aprendizaje del tiempo estacional Las cosas caen cuando tienen que La espera La paciencia La emoción Lamer el manguito de merengue Jugar a que no soy consciente de que esta dulzura transgeneracional me puede dañar. Pero la dulzura es la mejor parte lo postrero del encuentro la continuación y lo cúlmine Como un beso de despedida que deja nuestras bocas dulces y deseosas Así igual es sorprenderme con el sabor reconocido y las texturas jubilosas cuando menos esperaba que apareciera llegó tu tarta de duraznos

Me encanta esto

De verdad, a veces me pregunto qué pasaría si yo dedicara todo mi tiempo a escribir. ¿Mejoraría? ¿Desarrollaría un estilo? ¿Publicaría algo? ¿Qué sucedería si sólo tuviera una pasión y me abocara a ella? Creo que la pregunta va más por ese lado. Con este post me despido de todos los domingos de escritura. Los agradezco, tanto. Es muy loco saberme como una persona que se compromete consigo misma y que lleva adelante los pequeños grandes proyectos que le mueven el corazón. Acompasarme a mis intereses y ritmos hoy, presionarme hasta donde el deseo me lo exija. A veces, cuando menos tenemos ganas... ah, capaz que es eso. Tengo que escribir-  -  El olor a cebolla y ajo salteados invadieron la pequeña cocina de azulejos azules y se escaparon hacia el living comedor por una puerta mal cerrada. Jimena se encontraba metida dentro de un libro de segunda mano que encontró en una mesa de donaciones, dejá de robarte cosas le decían sus compañeros - está ahí hace dos semanas ¿vos te pensás...

enmedio

Está siendo difícil.  No por falta de cosas escritas, porque me estoy acostumbrando a mi vida ahora.  O me estoy redescubriendo, en la búsqueda constante de quién quiero ser en intención de dejar que el flujo del deseo me defina.  Algo como confiar en lo que tengo ganas de hacer hoy. Como poner esto en el medio. Como hacerme una trenza pequeña perdida en el pelo. Como tocar la guitarra. Como intentar meter mi ropa en el armario. Dejar que el deseo defina el camino. Descubrir que mis decisiones más grandes están construidas de aquellas pequeñas y constantes. Si tengo que decidir, que lo venusino sagitariano me indique los pasos. O los saltos o los vuelos o la ropa. No necesito más nada. Esto me está siendo difícil. Pero qué divertido es bailar.

La naranja y la amarilla

Se cae la luz y sólo nos quedan dos velas, naranja y amarillo matiz. He ido tanto a buscarlas que ya la señora me mira y sabe, entre eso y las p a çoq ui tas tenemos una relación especial. Nos quedamos sin luz. La oscuridad y lo tenuo de la vela nos encuentra mirándonos a lo lejos. Las sombras te marcan y desdibujan esa cara que ya conozco, que creo que se de memoria pero que me sorprende una vez más. Hablas de proyectos, de los miles de proyectos de los cuales querés que yo forme parte, hablás de los millones de pelos de tu gato y de como tus amigas ahora son amigas de tu mamá. Intento disimular la envidia que se me esconde en el interior de mis pómulos, es que a mi también me parece fascinante el vínculo que lograron, nunca tuve ese tipo de relación con tu mamá. Ni con la mía.  Y mientras pienso en cómo me gustaría tomar un té completo en Lion d'Or con tu mamá y con mi mamá, veo a través de estas dos velas que pendulean y tintinean, la naranja y la amarilla, como tu cara a lo lej...

De un espacio y un Halloween sin final

La actual casa de mi tía era la casa de mi abuela. Ahora creo que le digo la casa de la tía, si. La casa de la tía ¿Cuándo una cosa cambia de propiedad? ¿Es el tiempo el que lo marca o tiene que ver más con la apropiación? Seguro no es cosa de papeles ni nada por el estilo. En el caso de mi tía estoy segura de que se trata de la apropiación. Lo que alguna vez fue la casa de la abuela, para ella era la casa de mamá , o mi casa de Valdense . Ahora, con todos sus proyectos, construcciones, piscina y jardín, la casa se convirtió en suya y me encanta que así sea. Pero la casa de la abuela Dorita nunca fue la del abuelo Claudio y está claro el por qué: mis dos abuelas se llamaban Dora. Durante nuestra niñez, la única forma que teníamos para diferenciarlas era a una ponerle diminutivo y a la otra dejarle el nombre que tenía escrito en la cédula. A mi abuela Dorita, la antigua dueña de la casa, su mamá quería registrarla legalmente como  Dorita, pero hace 93 años atrás, por alguna razón e...

Muy loco estar acá

Hola, soy Alina Negrín y me parece muy loco estar acá. Es que nunca me imaginé estar acá, no porque... digo, no es que, ay ta, ya empiezo embarrándola, pero es que no quiero que me malinterpreten. Creo que todo esto es re noble y los procesos de cada quién no? Pero bueno, nunca pensé y seguro muchos de ustedes nunca pensaron tampoco. Siempre fui bastante controlada, o controladora, podemos decirlo. Está bien que hable como sin filtro no?.... Ta, si Gracias. Bueno, eso, a lo que voy es que yo se, en el fondo siempre tuve esta sensación de que tengo tendencias adictivas, pero nunca pensé... yo me controlo, siempre. Insoportable si, capaz es por eso. Pero de drogas cero, bueno, casi cero. Mis viejes de chiquita me dijeron que hacían mal y te podías morir en 5 minutos y para mi eso fue suficiente. Tengo el recuerdo de preocuparme por las personas que te ofrecían droga ja quién te va a ofrecer droga gratis? Pero si, en mi casa el consumo y todo eso eran el infierno. Ja, digo infierno y me q...

¿Vamos a la plaza o dejamos que nos tome la indecisión o la soledad?

¿Vamos a la plaza o dejamos que nos tome la indecisión o la soledad? Aún no lo se, aún no tengo ganas de salir de este bucle infinito. Si me muevo se que voy a estar mejor, pero ¿qué hay del otro lado? Si voy contigo siento que te incomodo, que no querés que esté allá y asumo que eso me duele. Más que una piedra, me siento como una arcilla mojada en plena transformación, tu dedo tiene la posibilidad hacer un hueco en lo que estoy tratando de rearmar. No quiero decírtelo porque no quiero que cargues con ese peso. De todos modos te lo diré, aprontaré un mate y cuando nos estemos hamacando me daré la libertad de decírtelo, compartirte lo que me pasa. O quizás no lo haga. Es que es la primera vez. Me siento incómoda en tu presencia, o mejor dicho, me siento incomoda en mi presencia habitando tu presencia. No quiero generarte disgustos y siento el miedo a lastimarte que inicia a emerger de todos mis pequeños poros. Porque quedo empequeñecida enfrentándome a esta situación. Aún estoy a tiemp...