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Mostrando las entradas de junio, 2024

Decidir

¿Cuándo comienza la vida ideal? O mejor dicho ¿Cuándo comienzan los pasos que nos llevan hacia ella? Hay algo que me dice que hay más, que hay otra manera de vivir y  para ello, tengo que tomar ciertos pasos hacia. Pero a la vez ¿Dónde está la organicidad? Si hago lo que pienso que sería adecuado para mi, más allá de que no sea mi primer impulso y me tenga que obligar a hacerlo, sería ser consecuente con el sentir? Y acá me quedo girando en un bucle eterno entre el sentir y el pensar, como si fueran cosas separadas. La verdad es que aún no lo se si lo son, se que el cuerpo siente y que la mente se encarga de decodificar que es eso que pasa, o así lo vivo. Mi sentir, por momentos, es más racional de lo que quiero que sea. Esta sería una cosa o a entender o a intentar lentamente modificarlo, porque debe ser interesante sentir sin códigos, sin precauciones, sin barreras. Y no hablo sólo de amor romántico, hablo del enojo, de la tristeza, de la furia, de la felicidad y de los miles de ...

Breve

Es raro ordenar palabras cuando tantas cosas pasan por el cuerpo. Las sensaciones se van perdiendo entre lo material y lo cotidiano, entre la mente codificante y el deseo de la permanencia, conexión hexagonal. De lo que viví este último tiempo, recuerdo el olor a leche de soja calentita y a tomillo fresco en la montaña. El impacto congelante cuando salí de bailar en pleno sudor. El sabor del curry y del risotto. Cuando a Matilde la lamió una vaca y a Elide presentando el show. La sensación del golpe eléctrico. La conexión con Anita, la importancia de hablar inglés. Saberme siendo leída explícitamente. La emoción y miedo que eso me da. El revoltijo en el pecho. Me quedo con la calma inquietante de la decisión.

Hasta que se acabe la batería

Demasiados movimientos en mi pecho e intento hacerme responsable porque decidí este presente. En este viaje me está siendo difícil encontrar los momentos para escribir, para encontrarme con mi idioma y plasmar unas palabras en un papel, o incluso en la facilidad de la computadora. Estoy aprendiendo un nuevo idioma y hablo generalmente en otro que tampoco es mi lengua madre. Quizás por esto dibujo.  Estos días no he parado de dibujar y al escribirlo mis oídos deciden convidarme con un tinnitus. ¿Qué significará? El miedo de salirme de mis líneas, de pintar más allá del borde. A veces me gustaría viajar por el mundo pintando murales, de esas deseos teñidos y basados en ideales. Nunca pinté un mural en mi vida, lo sabemos todes. Una vez puse mis manos con pintura en una obra de arte colectiva que ahora no existe más. Te debés de re insolar pintando murales y yo estoy re blanca y soy re propensa a la insolación. Aunque ahora me baño en el mar. Tengo la alerta que indica que me queda po...

Shock cultural

Me preguntaron sobre el shock cultural y yo me olvido. Es parte. Entender que estás en otro lado. En el norte el shock cultural era casi inexistente y lo digo de verdad. Las caras de las viejas son las mismas caras de las viejas de Valdense, son las mismas señoras que caminan con sus chismosas o que se pelean por los postres en la fiesta de la cosecha. Es igual pero hay montañas y se habla en italiano. Aunque hay mucha gente que me habla en español. En los vallas se respira ese aire fresco, lejano, casi expulsado por los árboles para ser respirado por la vida que los rodea. El sur. Sicilia, Scicli. Todo es de un color amarillo clarito y de un catolicismo celeste que adora a las Madonnas. Las flores rosas y fucsias en esos escasos árboles verdes contrastan con los años de vida ancestral que tiene el pueblo. Este pueblo vivió el medioevo. Se habla en italiano a los extranjeros y se habla en siciliano para adentro. Que el siciliano sabe ser una mezcla de todos esos años y que termina teni...

Entre la tempestad y el cosmos

Miro la tempestad que navegan mis pupilas pero ya no me asusta. Siento la certeza de la tormenta, del mar enfurecido en mis ojos. Donde antes era plástico ahora se puede ver el cosmos, ahora se vive la tempestad. Estaré mirando más arriba, se verá esta interpretación honesta. Estoy tranquila en dejar vislumbrar el remolino, me merezco la tormenta abierta, indisciplinada y latente.  Durante años tuve miedo de meterme muy profundo en el agua brava, de navegar lo incierto y peligroso, de mirarme adentro por demasiado tiempo. Acostumbrada a miradas escapadas, me encontraba descubriendo el piso en un acto de solidaridad. Mi pequeña pupila solitaria y aparentemente indefensa ha hecho tanto esfuerzo para permanecer en donde está, en especial cuando la falta de querer ver más allá me deja los ojos rojos de cansancio y sequedad.  Son las ideas de lo que viene y de las que creo que otres quieren que me venga. Hoy que todo se vuelve práctico y que la supervivencia se mezcla con el descub...